¿Es posible que el signo más sereno más dócil y amoroso del horóscopo tenga un lado oscuro, una faceta secreta y poco grata, un apetito por cierta maldad? La verdad es que sí, a pesar de lo que las apariencias podrían hacer creer.
Todos tenemos un lado secreto y perverso, incluso Tauro. Y estos son sus aspectos más relevantes de esa zona en sombras del todo. Y de los que te debes cuidar si estar cerca de una persona de este signo.
Tauro puede ser un chantajista emocional
Si estás cerca de un Tauro, debes de haberte maravillado por el cuidado que pone en satisfacer las necesidades de las personas que ama. Eso tiene su lado bueno, y es que demuestra que Tauro es una persona que sabe ser entregada y amorosa, pero también tiene su oscuro reverso. El de un chantajista que se cobra los cuidados invertidos.
Y es que, aunque Tauro hace la mayor parte de las veces esa tarea con bondad y de manera desinteresada, muchas veces usa esas deudas emocionales como argumento a su favor, y hace que las personas que le aman se sientan culpables al momento de hacerle un reclamo. Si quieren poner distancia, si quieren realizar por su cuenta ciertas tareas, si quieres salir del radar de Tauro, el toro les hace sentirse culpable de abandonarle.
“¿Me acusas a mí, que te he cuidado tanto?”, parece decir en ocasiones y con ventaja Tauro ante aquellas personas amadas que le piden alguna libertad.
Tauro es rencoroso
Aunque en el exterior Tauro es una persona solicita y serena, que nunca emite una queja ante las adversidades de la vida o las decepciones de la gente, lo cierto es que dentro de sí el toro lleva una tempestad que no se sosiega nunca. Y en ella hay una serie de emociones negativas que bullen tratando de salir.
Dentro de las emociones negativas que Tauro guarda se encuentra el rencor por hechos concretos, contra personas que le hicieron esto o aquello. Y es que, aunque no lo aparente, Tauro nunca olvida. Y si ciertas condiciones se dan (el hartazgo, cierta tristeza o un abuso continúo) Tauro deja de salir lo peor de sí para que ese rencor halle a su deudor.
Tauro es un freak del control
Tauro sorprende a todos con su eficiencia y su espíritu laborioso, con su voluntad de trabajar hasta las últimas consecuencias, pero lo cierto es que ese espíritu industrioso tiene su lado negativo, y es que Tauro no sabe delegar.
El toro sabe trabajar, y lo hace muy bien. El problema es que no cree que nadie trabaje tan bien como él, y por ello controla todo lo que se hace a su alrededor, y por ello termina por hacerlo todo, hasta lo que no le corresponde. Su control de calidad es terrible, y tiene como criterio ese mantra que dice “Si quieres un trabajo bien hecho, pues hazlo tú mismo…”